La Diputación de Málaga ha puesto en marcha lo que califica como “proyecto piloto contra la exclusión financiera” que permite sacar dinero en las farmacias en municipios que no cuentan con oficina bancaria ni cajero automático.
Los bancos están cerrando sus sucursales en muchos pueblos o abriendo solo uno o dos días a la semana. Ello está provocando muchos problemas a los vecinos, acostumbrados a tener una relación con su entidad bancaria muy distinta a la habitual en las ciudades.
En Diputación, en vez de medidas para evitar cierres, han optado por aceptarlo como un hecho inevitable y han preferido poner en marcha una opción alternativa.
De momento, ya funciona en Cútar y, en breve, empezará en Júzcar. Es una iniciativa en la que colaboran CaixaBank, el Colegio de Farmacéuticos de Málaga y el Colegio Oficial y Asociación Andaluza de Graduados e Ingenieros Técnicos de Telecomunicación.
El presidente de la institución provincial, Francisco Salado, tira de eufemismos y lo enmarca en “la lucha contra la despoblación en la provincia, que también pretende reducir la brecha digital en sectores como los mayores, las mujeres y la población en general del ámbito rural”.
La falta de oficinas bancarias afecta, de momento, a 13 municipios de la provincia, siete de la Axarquía y seis de la Serranía de Ronda: Alfarnatejo, Alpandeire, Árchez, Arenas, Atajate, Cartajima, Cútar, Faraján, Júzcar, Macharaviaya, Moclinejo, Parauta y Salares.
“El asunto es especialmente grave -ha recalcado-, porque afecta de lleno, por ejemplo, a nuestros mayores. Son municipios pequeños y cuya población está sensiblemente envejecida, lo que supone una seria dificultad en caso de necesitar desplazarse a otro pueblo vecino”, ha señalado Salado.
En primer lugar realizaron una experiencia en tres municipios (Cútar, Salares y Júzcar), que ha mezclado la formación y capacitación de las personas para enseñarles, por ejemplo, a usar la banca digital, a pagar con tarjetas determinados impuestos y a que conozcan otras herramientas y aplicaciones a su disposición, como puede ser Bizum.
A través del Colegio Oficial y Asociación Andaluza de Graduados e Ingenieros Técnicos de Telecomunicación, han prestado asesoramiento y han hecho demostraciones a más de 40 personas de esos tres municipios. Esa fase formativa se realizará también en la otra decena de municipios de la provincia que ya sufren el problema de la exclusión financiera.
Cash out
Paralelamente han comenzado la implantación de una nueva fórmula, el “cash out”, para que las personas que no disponen de cajeros automáticos u oficinas bancarias puedan obtener dinero en efectivo para sus compras cotidianas. A través de un acuerdo con CaixaBank y con el Colegio de Farmacéuticos, se podrá sacar dinero en efectivo al ir a comprar a la farmacia.
El procedimiento consiste en que la persona que compre en una farmacia, al pasar por caja, solicite que se le cobre una cuantía mayor del importe de lo que ha adquirido y la diferencia respecto al coste de su compra se le devolverá en metálico, algo muy extendido en varios países europeos, en establecimientos como supermercados o gasolineras desde hace décadas.
Esta iniciativa empezará en pocos días en Cútar y Júzcar, con un periodo de duración como experiencia piloto de seis meses.
La retirada de efectivo irá siempre vinculada a una compra realizada en la farmacia con una tarjeta CaixaBank y por un importe mínimo de 1 céntimo. La farmacia debe instalar un terminal de punto de venta (TPV) y el importe a retirar oscilará entre un mínimo de 20 euros y un máximo de 150 euros, debiendo ser múltiplo de cinco. Se podrá retirar efectivo un máximo de tres veces al mes y por un importe no superior a 1.000 euros al año.