La marcha, por acuerdo entre las partes, de José Manuel Aira, consumada a última hora del lunes, no ha podido llegar en un momento más delicado, pues ahora el Marbella FC se encuentra sin entrenador y ante la tesitura de jugarse el todo por el todo en solo 8 partidos de la segunda fase, para evitar el descenso a la quinta categoría del fútbol español.
Lejos queda el sueño del ascenso a Segunda A en el que se basaban los objetivos de la presente campaña. Los horribles resultados del equipo en la primera fase, con solo 4 victorias en 18 partidos, han abocado a los blanquillos a jugar por la permanencia en una categoría que, atrás la restructuración, y a efectos prácticos, es incluso más baja que la que tenía hasta ahora, cuando la Segunda B, al menos era la tercera del fútbol español, es decir, ahora el panorama puede ser malo, o peor.
Cuando la destitución del entrenador era ya vox populi, la mañana de este martes el club ha emitido un comunicado en el que reconoce «reconocer a Aira y sus asistentes Óscar Sánchez y Mario Sandúa la profesionalidad, dedicación, compromiso y trabajo que han demostrado durante esta etapa» y les desea «la mejor de las suertes en su futuro profesional» y recalca «recalcar la implicación no sólo profesional, sino también personal, que han mostrado Aira y su cuerpo técnico dentro de esta institución desde que llegaron a Marbella en agosto de 2020 hasta el último día que han defendido y respetado esta camiseta».
El margen es estrecho, aunque, al menos hay un parón hasta el 4 de abril que da algo de oxígeno al Marbella para organizarse. La segunda fase, en esta lucha por la permanencia, hay cinco grupos formados por los últimos clasificados de cada uno de los que compusieron la primera ronda. Pero cuentan los conseguidos hasta ahora y, ni siquiera esto es una buena noticia para os marbellíes, en tanto en cuanto el equipo es ahora quinto, se salvan tres y está a dos puntos del tercero, el Recreativo de Huelva.