Es Navidad. En realidad no lo es, todavía, pero, a efectos prácticos, con la proximidad de las fechas mágicas que nos aguardan a la vuelta de la esquina, el espíritu navideño inunda nuestras vidas. La compra, y la venta de regalos, están en apogeo y las opciones son innumerables. En ese contexto, las joyas, como elección, siempre son una garantía de éxito.
María Isabel López, joyera y tasadora, recibe a las cámaras de marbellahoy.es en su establecimiento de Puerto Banús. Aún encuadrada en la sección La Entrevista, en esta ocasión, la palabra pasa a un segundo plano para ensalzar lo visual, el deleite ante la belleza de las piezas expuestas. La visita brinda la ocasión de presenciar una extensa y variada oferta de artículos de joyería que pueden, bien poner los dientes largos, o plantear ideas al espectador para su lista navideña.
María Isabel cuenta que, pese a la amplia gama de posibilidades que ofrece en su tienda, “el diamante es mi piedra favorita”. Percibe que la gente anda un tanto “indecisa” en sus compras, aunque “poco a poco se va a animando”. Como profesional, defiende su actividad: “benditos mis bienes, que arreglan mis males”, subraya, a modo de lema personal.
En este trabajo, es fundamental ayudar al cliente a hacer la elección más acertada. María Isabel suele interesarse por la edad del destinatario o la destinataria (que es más frecuente) del regalo y sus rasgos físicos. Esto ayuda mucho.
En su condición de tasadora, también se relaciona con posibles vendedores. Aquí, cuidar la privacidad es, a mendo, fundamental y, además, no le duelen prendas por asegurar que “soy una persona que paga bien”.
Otra arista del negocio es la modernización o los cambios en el diseño y la composición de las piezas. También es un servicio con una notable demanda. “Hay quien ya no quiere un diamante, me trae la joya y yo e pongo una esmeralda”, indica la joyera, como ejemplo.
