El Centro de Inclusión de Personas sin Hogar que gestiona la Cruz Roja en Marbella ha notado un incremento de usuarios de en torno al 25 por ciento con la llegada del nuevo año, tras la estabilización experimentada en el último tramo de 2020.
Los rigores de la crisis económica se están dejando notar en la dinámica cotidiana del centro, que, en condiciones normales, hace seguimiento de alrededor de 60 personas en el municipio, aunque la pandemia está alterando, tanto el número como el perfil de las mismas. “Mucha gente que sobrevivía con trabajos esporádicos y ahora no tienen ingresos”, indica el director del centro, Jacobo Wahnich.
El técnico de Cruz Roja ha explicado a marbellahoy.es que en los meses de marzo y abril, cuando solo ellos y Cáritas se encargaban de estas cuestiones, notaron la aparición de “sinhogarismo” en “personas que vivían al día y, de pronto se encontraron en la calle”, señala, aunque las cifras se estabilizaron a partir del mes de junio.
El mayor repunte se ha producido recientemente, “sobre todo a raíz del levantamiento del cierre perimetral”, señala el responsable del centro, pues, apunta, “mucha gente ha venido a Marbella pensando que aquí había trabajo y han visto que no tenían donde vivir, con lo que han acudido a nosotros”.
No es del todo acertado concluir que las personas que no tienen hogar, estos días, han dejado de ser, principalmente, gente con problemas paralelos de adicciones o patologías mentales. “En principio, la crisis económica ha provocado que muchos cayeran en esta situación, pero luego también han aflorado otras problemáticas, más allá de la cuestión económica”, explica Wahnich.
Violencia de género
Un factor que les ha llamado enormemente la atención, y ha obligado a una respuesta rápida, ha sido la proliferación de casos de mujeres sin hogar a raíz de casos de violencia de género. Durante el confinamiento, alrededor de una docena “tuvieron que dejar sus casas por este motivo”, indica.
Dadas las actuales circunstancias, Cruz Roja ha redoblado servicios. Desde el 27 de noviembre, a la Unidad de Día, que hacía seguimiento y prestaba servicio a las personas sin hogar hasta las tres de la tarde, se ha sumado un equipo de noche que trabaja hasta pasadas las ocho de la tarde.
