María Asunción Pérez encarna un perfecto ejemplo de los avatares que afrontan miles de familias españolas con una persona dependiente a su cargo, en este caso su hija Enriqueta, que sufre un 88 por ciento de discapacidad intelectual.
La madre, protagonista en la sección La Entrevista de marbellahoy.es, se muestra preocupada por la tendencia de la Administración Pública a integrar a menores con este tipo de necesidades especiales en centros educativos convencionales. Ella no está de acuerdo “porque cuando a estos niños los metes en un centro que tiene solo un aula específica, los niños son crueles y cuando ven a una persona con ciertos problemas, van a atacarle sea de la forma que sea. Tenemos que educar y los centros no están adaptados”, señala.
Mi hija tiene María Asunción recalca, en este sentido, que “no puede estar en un aula con 25 niños, es imposible. Después la sacan del aula y le dan dos horas con un profesor de educación especial. Es imposible. Ella no tiene esa capacidad”.
Más allá del plano, en la entrevista la mare cuenta más ejemplos sobre las vicisitudes que tienen que afrontar de forma cotidiana, con una ayuda de 500 euros mensuales, con los que tiene que asumir gastos de la asociación ASPANDEM; referente en la zona y que presta atención a menores y jóvenes con discapacidad intelectual. Además, cuenta, la obtención de esta prestación conlleva incompatibilidades para acceder a otras ayudas, que le son denegadas sistemáticamente.
