El bosque de las palabras

El viernes 14 de mayo, junto al centenario mandarino que hay en el patio del museo Jorge Rando de Málaga, tuvo lugar la presentación de un poemario firmado por varios autores entre los que tengo el honor de encontrarme, y que bajo la dirección de la poetisa y gestora cultural, Isabel Romero, ha editado Jákara dentro de la colección que esta editorial llama, Romero de Poesía.
El poemario es un homenaje a este excepcional pintor malagueño que en el año 2016 promulgó un TESTAMENTO CONTEMPORÁNEO DE LAS ARTES, que es un compendio de ideas humanistas que procuran enaltecer al autor y a sus obras.
En el homenaje participaron, leyendo sus poemas, algunos poetas de los 47 que firman el libro, entre ellos: Inés María Guzmán, Alba Navarro, Francisco Quintero, José Francisco Romero, Antonio García Velasco, Francisco Ruíz Noguera y la propia coordinadora, Isabel Romero, entre otros.
Mi modesta contribución al homenaje fue con un poema que titulé PROCLAMAS, que es la versificación de su TESTAMENTO CONTEMPORÁNEO DE LAS ARTES, y dice así:
PROCLAMAS
Debemos liberar la línea pura
y que podamos pintar nuestra vida
para ir caminando muy por delante
del academicismo dominante.
Llamad a la pureza libertad
para abrigar el arte universal
como reflejo de la sociedad
mejorando así a la humanidad.
El arte sostiene la evolución
pidiendo a los gobiernos atención.
La democracia y su mantenimiento
son cosa del arte y de su talento.
Libre el arte y libre la condición
de quien artista es en toda creación
con fondo inflexible sin solución
y flexible en la forma y la razón.
Nuevos son los conceptos expresivos
que anda buscando el arte en este siglo
y nunca jamás pintar la esperanza
verde sino del color que nos plazca.
Sean abiertos todos los talleres
como abiertos son nuestros corazones
y que la dictadura del mercado
no nos haga caer en el pecado.
Del neoexpresionismo estas proclamas
que de Jorge Rando son un legado
para el crecimiento de nuestras almas
y la espiritualidad del humano.
