El Brexit sacudió el continente hace ya cinco años. Se dice pronto. Los británicos fueron a las urnas con un sentimiento de desprotección y orgullo, por qué no decirlo, para acabar el vínculo con la Unión Europea. Y salió cara. Un lustro después, aún quedan cuestiones en el aire: cómo nos va a afectar en la movilidad, uno de nuestros principales emisores, o qué consecuencias va a traer para nuestras empresas, entre otras preguntas. Pero la realidad es que no hay respuestas, al menos por ahora. Lo que sí sabemos es que en España salpicará, falta saber cuánto.
El corto plazo está por descubrir. El pasado mes de abril, el Parlamento Europeo decidió ratificar un nuevo acuerdo comercial con Reino Unido, después de muchos meses de trabajo diplomático. MarbellaHoy ha podido charlar con Manuel Casas, abogado y director del curso ‘Posbrexit: cómo nos afecta’, que se ha celebrado en el municipio a comienzos de semana.
En esta especie de partida de ajedrez, que parece nunca acabar, el actor beneficiado de todo esto aún lo desconocemos, aunque Camas va más allá: «Cabe la posibilidad de que pierdan todos, y probablemente con el Brexit, todos hemos perdido. Creo que los sentimientos británicos de separarse con la Unión Europea son respetables, pero seguramente no sea muy interesante para su futuro. Y obviamente la Unión Europea no pierde a cualquiera: 66 millones de personas, un mercado potente, un país de los antiguos del mundo con una política exterior importante. Unas relaciones que nos lleva a 1973, y ahora hay que ir sustituyendo».
El paso de los meses, con la pandemia de por medio, ha podido jugar un papel importante para que esos acuerdos lleguen a buen puerto, aunque se avecinan fechas donde unir lazos es más importante que nunca, según Camas: «Ellos han tenido esa necesidad de separarse, de una manera muy dividida. El tiempo tendrá que ir haciendo que se recupere esa confianza. La Unión Europea tiene retos inmensos por delante. Necesita más unión económica y política que nunca.