Aunque él no tiene una responsabilidad directa en la materia, el concejal del Partido Popular en Marbella, Enrique Rodríguez, con tal de defender a ultranza la gestión de su partido al frente de la Junta de Andalucía, ha llegado a asegurar en el Pleno municipal de final de julio que uno de los motivos por los que se mantiene la atención sanitaria por vía telefónica es porque “hay usuarios que empiezan a preferirlo”.
El contexto de esta afirmación, un extracto de su intervención, es una moción presentada por el Partido Socialista demandando la vuelta a la presencialidad en la atención sanitaria. Hecha la afirmación, con la que el edil se ha arriesgado a enfadar, y mucho, a las miles de personas que hacen colas en centros de salud o no consiguen cita, el servicio a su partido no podía estar completo si no incluía también reproches del tipo: “está mejor que cuando ustedes lo dejaron” o “hagan autocrítica de lo que ustedes hicieron”.
Entrando en el fondo del asunto, lo poco que da dicho es que “la vuelta de la atención presencial ya se viene realizando de forma progresiva desde el mes de marzo y cuando se suspendió fue cuando lo recomendó el Ministerio de Sanidad”.
Justo antes, la concejala de Ciudadanos, socio de Gobierno de la Junta, había afirmado que la atención presencial había crecido “un 65 por ciento entre enero y mayo”, lo cual también despertó algarabía entre los concejales de la oposición, habida cuenta de que en los primeros meses del año apenas había atención presencial. De hecho, apenas había personas vacunadas y las medidas de restricción eran todavía muy severas.
Todo esto, lo ha definido el proponente de la moción, el socialista José Ignacio Macías, como “excusas de mal pagador”, ha reprochado, en este caso al concejal del PP que practique el “tú más y le ha acusado de echar balones afuera”.
Qué decir tiene que el P ha hecho valer su mayoría absoluta para rechazar la propuesta socialista de instar al Gobierno andaluz a restablecer la asistencia presencial en los centros de salud.
