El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, TSJA, ha ratificado la aplicación, por parte del Gobierno autonómico, del toque de queda para Marbella y la alcaldesa, Ángeles Muñoz, que ha pedido en múltiples ocasiones al Ejecutivo de su mismo signo político que tuviera en cuenta la alta afluencia turística al evaluar los datos del COVID-19, ha decidido “asumir” la medida, sin discusión.
Cierto es que sostiene su desacuerdo, aunque de forma tibia y afirmando que “hay muchos argumentos para entender que Marbella no tiene un pico”, pero eso es todo, por lo demás, acata la decisión.
Así, desde ya, entre las 2 y las 7 de la mañana habrá toque de queda en Marbella en la misma línea que lo vivido meses atrás, durante el confinamiento.
Muñoz ha recordado las excepciones, que afectan a personas trabajadoras en espacios de ocio nocturno, por ejemplo, que deben tener margen para regresar a sus domicilios, o los llamados servicios esenciales.
Precisamente el ocio nocturno puede ser el más afectado por la medida, ya que, si bien el cierre estaba generalizado a las dos de la mañana, ya no hay margen para estirar el tiempo e, incluso, habrán de instar a sus clientes a abandonar los locales antes de la hora señalada, porque estos no tendrán excusa para estar en la calle pasadas las dos, aunque sea regresando a sus domicilios u alojamientos.
La regidora ha hecho un llamamiento a la población para que “asuman y acepten” la medida y, “sobre todo llamar la atención sobre la necesidad de la vacunación, que es la única herramienta para frenar la pandemia”.
