El bosque de las palabras
El pasado jueves día 5 Tuve el honor de ser invitado por la poeta y gestora cultural Isabel Romero a leer mis poemas en el hotel de Torremolinos Costa del Sol Hotel.
El director del hotel e Isabel han ideado un ciclo de eventos culturales que prácticamente abarcan todas las artes y que en esta edición pasada fue dedicada al flamenco y la poesía.
La velada celebrada en la terraza resultó de lo más agradable y entrañable y en ella tuve la oportunidad de reencontrarme con amigos y poetas a los que hacía tiempo (maldita pandemia) que no veía. Entre ellos al poeta Francisco Muñoz Soler, quien después de haber superado ciertos achaques de salud ya está en plena forma física y poética, a Caterina Gravina con quien compartí veladas poéticas en Marbella, Fuengirola y otros lugares de la provincia cuando ambos nos asomábamos a este ámbito cultural. Con Caterina y con Francisco tuve pues el placer de compartir micrófono y versos. Pero sobre todo y con permiso de los demás amigos que allí saludé, me gustó abrazar a Chapi Pineda que con el arte que acaricia la guitarra intervino también en el acto y nos amenizó la lectura.
Chapi Pineda es un virtuoso de las guitarras en plural porque la música no tiene secretos para él y el instrumento de cuerda tampoco. Con ella, con ellas, ha viajado y actuado en todos los continentes, unas veces como solista y otras veces liderando grupos para poner sobre el escenario tributos y homenajes musicales que le han llevado a interpretar diferentes y variadas partituras. Por ejemplo en este acto poético en el Hotel Costa del Sol Torremolinos, entre otras muchas, interpretó versiones que a mí me conmovieron de la afamada Entre dos Aguas , de Paco de Lucía y la no menos famosa Moon River de Henry Mancini y Johnny Mercer, que lanzó la película Desayuno con Diamantes en la que bordó su papel Audrey Hepburn.
El reencuentro con este pedazo de persona y artista me inspiró este poema que le dedico:
A Chapi Pineda, guitarrista.
En su corazón el arte
se funde con la nostalgia
de la embriaguez de sus manos
embrujo de la guitarra.
Las caricias de sus dedos
en la guitarra sus cuerdas
hacen melismas flamencos
y nudos en la garganta.
Emoción poesía canta
que a tu duende Chapi abraza
y a Pineda el alma llena
de sentimiento y guitarra.