El equipo de Gobierno municipal, merced a la mayoría absoluta del Partido Popular y, porque no les quedaba más remedio, ha aprobado un plan de ajuste para el Ayuntamiento de Marbella que la oposición, en pleno, incluido Ciudadanos, rechaza y coincide en señalar que es consecuencia de la falta de previsión de los últimos tres años por parte del Ejecutivo de Ángeles Muñoz.
En total, son algo más de 43 millones de euros, que los juzgados han obligado al Ayuntamiento a pagar a afectados por diversas cuestiones de la época GIL, y como no se puede asumir en solo ejercicio, el Estado va a adelantar el dinero y el Consistorio lo va a devolver en diez años. La exigencia para acogerse a esta opción: reducir gastos.
Para ello ha habido un Pleno extraordinario y los grupos de la oposición han coincidido en señalar que el Ejecutivo de Ángeles Muñoz podría haber previsto esta situación y haber reservado fondos para saldar esta deuda a lo largo de los tres últimos años. Así, la portavoz de Ciudadanos, María García, que no acostumbra a cargar las tintas sobre el Gobierno municipal, señala que “cuando van a venir pagos fortuitos hay que hacer una reserva y hace varios años en que podían haber gestionado mejor y haber obtenido mayores recursos y reservas para afrontar estos gastos”.
En un plano más beligerante, como cabía esperar, han estado, de un lado, el Partido Socialista, cuyo portavoz, José Bernal, recuerda que “el gobierno que yo presidía dejó este Ayuntamiento en cero euros de deuda financiera y ahora vamos a tener 56 millones. Qué hizo el Gobierno del PP”, se ha preguntado, “ancha es Castilla, dinero en propaganda, dos millones de euros para un campeonato de golf que se celebra en Casares, 300 trabajadores por la puerta de atrás… y ahora nos encontramos con un plan de ajuste”, ha remarcado.
Asimismo, Manuel Osorio, de Opción Sampedreña, que fue concejal de Hacienda tanto con el PSOE, como con el PP, ha señalado que “la gestión que hizo OSP le dejó 21 millones para esas sentencias. Estaba dotado”.
Como ya había ocurrido en las fechas previas al pleno, el portavoz municipal, Félix Romero, ha insistido en que el plan de ajuste apenas va a tener incidencia en el día a día del Consistorio, a pesar de hay que pagar casi 44 millones de euros en 10 años. “Lo único que hay que hacer es “mantener el rigor presupuestario”. Para ello, señala, “nos comprometemos a una contención del gasto de personal para que no supere los 175 millones de euros al año. Ahora mismo son 168”, además de “una bajada de menos del 4 por ciento del gasto corriente y una bajada de subvenciones que es la correspondiente a las ayudas que, en realidad se concreta en las empresas por COVID y que lógicamente no se mantendrá pasada la pandemia”.
A Osorio (OSP) tampoco le encaja esto porque “piensan que van a poder mantener la desviación del capítulo 1 -Personal-, no se lo creen ni ustedes…”, ha dicho.
Luego, Ángeles Muñoz, ni se ha esforzado en rebatir los argumentos de la oposición y se ha limitado e insistir en que todo esto viene de la era GIL y que “el Ayuntamiento lleva desde que llegamos nosotros en permanente plan de ajuste”, ya que ha devuelto alrededor de 400 millones de euros, de los más de 600 que dejó de deuda la era GIL.
