La playa de Cabopino ha sido escenario de un momento muy esperado, la suelta de alrededor de 40 ejemplares de tortuga boba de los 60 huevos que eclosionaron hace un año en este mismo escenario.
Las autoridades medioambientales de la Junta de Andalucía se han encargado de esta tarea, pero han vuelto a contar con la implicación de la Asociación ProDunas local y del alumnado de algunos centros académicos, donde está desarrollando actividades relacionadas con esta materia.
La presidenta de ProDunas, Susanne Stamm, se mostraba muy feliz de que hubiera llegado finalmente el día que tanto habían esperado. “Es el evento del siglo, podemos decirlo con toda tranquilidad”, exclamaba.
Stamm recordó que “hace un año estábamos custodiando el nido de tortugas boba con 220 voluntarios, ahora hemos hecho un llamamiento y tenemos 90 y están esperando para ver si les podemos dar una tortuga”, para que la puedan llevar al agua, claro, no como mascota.
Aquí ha habido un poco de revuelo, porque a las personas involucradas en esta tarea, voluntarios, lógicamente, les hacía mucha ilusión poder soltar tortugas. Les iban a dejar solo 3 y, al final fueron 5. Hubo que hacer un sorteo para ver a quién le tocaba.
Más allá de esa circunstancia, la presidenta de ProDunas destacó que “estamos contentos porque las tortugas ya pesan como un kilo y tienen puesto un GPS para ver la ruta que hacen durante el año. Científicamente es importante saber si van hacia el Mediterráneo, o en dirección al Atlántico. Esperamos que la Junta de Andalucía comparta la información”, subrayó. En concreto, son cinco de ellas las que tienen el dispositivo instalado.
La elección del lugar no es casual y es otro factor relevante. “Hemos intentado que se hiciera en esta playa porque los voluntarios tenían que estar presentes y, además, la tortuga tiene un geolocalizador interno y si han nacido aquí, pueden volver durante los próximos 30 o 40 años”.
