El bosque de las palabras

Hasday ben Shaprut fue un erudito judío al que le llamaban al – Yayyani, “ el de Jaén”. Era políglota y mecenas de intelectuales, médico privado de Abd al – Rahman III, y lideró en Córdoba, en el siglo X, una corte de poetas y fomentó un renacimiento cultural. Fundó una escuela de filología hebrea a cuya cabeza puso a Menahen ben Jacob ben Saruq, un intelectual de la Sefarad al que se le atribuye haber puesto los pilares para el nacimiento de la poesía y la filología de al – Andalus.
Al – Yayyani, su mecenas, consideraba que la madurez cultural en la Sefarad llegaría con el estudio de la lengua hebrea y le pidió a Menahen que se pusiera manos a la obra porque Menahen ya utilizó el hebreo en las cartas que en nombre de el de Jaén escribió a la emperatriz de Bizancio, Helena, interesándose por los judíos de allí, cartas que incluían párrafos poéticos que nada tenían que ver con las directrices de las sinagogas y rabinos de la época.
Shaprut le encargó a Menahem la redacción del primer diccionario de raíces hebreas de la Biblia, diccionario al que llamaron el MAHBERET.
Este trabajo supuso un acto de valentía para el mundo judío, que recuerdo vivía en tolerancia, más o menos, con el árabe, porque estos temas filológicos jamás habían preocupado a los rabinos sostenedores en las sinagogas de la cultura hebraica.
Ante los contestatarios de este trabajo uno de los argumentos empleados por el propio Menahen y sus discípulos era el de que cada pueblo tiene su propia lengua y la historia del pueblo judío no era menos que la de cualquier otro pueblo.
Era pues el principio del estudio de la lengua hebrea en hebrero en el Sefarad que, recordemos, es un topónimo bíblico que se aplica por los judíos a la península ibérica.
Pero a veces, la vehemencia con la que se defienden las causas no es bienvenida en aquellos que no las creen y forman círculos lenguaraces que emponzoñan los oídos de los servidores de la causa o de los mecenas. Y el mecenas de Menahem, aquel que era de al – Yayyani, el de Jaén, quedó emponzoñado y procuró la desgracia de su protegido y el auge del rival de aquel, Dunash ben Labrat que al obtener toda la atención de Hasday ben Shaprut, quedó como introductor del metro cuantitativo árabe en la poesía que se escribiría a partir de la aparición del diccionario Mahberet.
Sin embargo la aparición de este diccionario supuso la defensa de la pureza de la lengua hebraica y su correcta aplicación frente a las anquilosadas grafías bíblicas. No obstante el diccionario Mahberet es un diccionario que sirve de ayuda para comentar la Biblia desde un punto de vista filológico y literal.
Es por causa de esas interpretaciones, consideradas por sus enemigos como comentarios afines a una secta que se resistía a aceptar la tradición rabínica, por lo que cae en desgracia Menahem. La secta era denominada de los caraítas y pretendía la modernidad de la anquilosada tradición que los rabinos instauraban en las sinagogas imposibilitando así el avance de la religión hebraica.
Este diccionario es pues un hito dentro de las gramáticas y da testimonio del interés cultural que en la época del califato de Abd al – Rahman III había en al- Andalus.