La Unidad de Vértigo del Hospital Costa del Sol atiende anualmente a alrededor de 850 pacientes en una consulta específica que lleva a cabo el área de Otorrinolaringología (ORL) del centro marbellí, cuyo objetivo es el diagnóstico y tratamiento de los vértigos y trastornos del equilibrio.
Se trata de pacientes complejos puesto que, como han detallado, la causa puede ser de difícil diagnóstico teniendo en cuenta la variabilidad de patologías que, además de los problemas del oído, pueden provocar estos síntomas tan limitantes y que tanto afectan a la calidad de vida de las personas.
Para el jefe del servicio y especialista en Otorrinolaringología, Manuel Oliva, esta complejidad viene sobrevenida porque el paciente «tiene dificultades para describir sus síntomas y, a veces, el vértigo está embebido dentro de un espectro de otras patologías». En este sentido, se necesita de un tiempo suficiente para un estudio en profundidad y un espacio amplio para poder introducir camillas y realizar pruebas, ha explicado.
El hospital ha explicado en un comunicado que entre el 20 y el 30% de las consultas de atención primaria suelen ser relacionadas con el vértigo, mareos o trastornos del equilibrio. En general, el vértigo es más frecuente en mujeres que en hombres, en una proporción de 60/30, respectivamente. Las causas que pueden provocar el vértigo son muchas y variadas, aunque en esta consulta los profesionales se centran, principalmente, en las que están relacionadas con el oído.
En este sentido, los procesos más frecuentes son el vértigo posicional paroxístico benigno (trastorno frecuente que ocasiona breves episodios de vértigo en respuesta a los cambios de posición de la cabeza), la enfermedad de Menière (trastorno del oído interno que provoca episodios de mareos y pérdida de la audición) y la neuritis vestibular (afectación del nervio vestibular considerada una de las causas principales de un síndrome vestibular con vértigo agudo).
No obstante, también hay otras enfermedades como la migraña vestibular, ciertas disfunciones de la articulación témporo-mandibular, los efectos secundarios medicamentosos, infartos o isquemias cerebrales, tumores cerebrales, etcétera, que tienen poco o nada que ver con problemas del oído y que pueden generar problemas vértigo/mareo/trastornos del equilibrio.