El bosque de las palabras

Supe de este evento cultural semanal por mi amiga y poeta Marí Ángeles Castillo y quise acompañarla.
La noche cubría entera, con esa sensual brisa otoñal que desde el mar atrapa la vida de las gentes de Estepona, la plaza de Manilva.
Los convocados en la noche de difuntos: poetas, escritores, amigos y gentes de bien de la cultura perimetraron un espacio artístico para sentir que el flujo de las almas es vida plena en un mundo que pareciendo de muertos es, sin embargo, de vida eterna, pues así declama la poesía todos los versos de dolor y vida que ciñen los sentimientos de los espíritus libres.
Y entonces supe que la diva de la declamación María de los Ángeles Castillo Romero, sería espíritu entre nosotros. Voz viva y eterna de la poesía universal hecha palabra que se agarraría a nuestras almas en esta susurrante noche de eternidad. Apareció por la plaza el concejal de Patrimonio Daniel García, no en calidad de político, sino como amante de la cultura.
Y cuando en la noche de difuntos el frio aliento de los espíritus abrigó la plaza Teresa Floro apareció en el atril para presentar el acto y a la diva de la noche. Más tarde intervendría en el micro abierto.
Sirvan estas imágenes en las que María de los Ángeles Castillo recitaba a Lorca como como aperitivo de su gloriosa noche.
Como habrán visto estuvo acompañada por la violinista Irina Yonkova, artista búlgara que habita entre nosotros para iluminar nuestros sentidos con su arte musical.
Tras la intervención de la diva de la noche, Ana Paula Mena presentó a los participantes en el micro abierto, micro que se cerró con poemas de su autoría, sentidos y apropiados a la noche de difuntos que cabalgábamos pues su padre había fallecido recientemente.
Suele ocurrir que en los micros abiertos se destapen voces de poetas magníficas y doy fe de haber descubierto ingenios a los que merecerá la pena seguir y cultivar.
Como es natural, por falta de espacio no podemos verlos a todos pero ahí va una representación de ellos:
Patricia Díaz leyó párrafos de su libro La Isla de las Palabras que vienen perfectas a esta sección del Bosque de las Palabras.
La dulce y amorosa poesía de Salvador Gómez.
Miguel López puso esa frescura de la poesía de su juventud rescatando la métrica y la rima en un mundo de poesía libre.
Y para cerrar El Bosque de las Palabras de hoy les dejo con la diva de la declamación, María de los Ángeles Castillo Romero.
Gracias.
