El bosque de las palabras
Isabel Romero es primero y principalmente poeta, publicó su primer poema a principios de la década de los ochenta y ya tiene ocho poemarios publicados:
Frente a la Noche, 1985.
Perfiles Blancos, 1989.
Cristal de Ausencias. 1991.
Áspera Niebla, 2000.
Sobre el Tapiz, 2012.
Metáfora de Invierno, 2016.
Contorno de Sombras, 2019.
Nostalgia, 2022.
¡Casi una vida escribiendo!
Entre verso y verso Isabel Romero realiza una labor ímproba como gestora cultural con una trayectoria sublime de actos en cuyo denominador común se significa la calidad.
Yo tengo la oportunidad de participar, invitado por ella, en bastantes de ellos por lo que mi agradecimiento es eterno.
En la actualidad los que organiza en el Museo Jorge Rando: Las Tardes del Rando en época invernal y primaveral, y Las Noches del Rando, durante los meses de verano, tienen un gran predicamento entre la sociedad cultural malagueña.
Su dedicación a la cultura en general y a la malagueña en particular, es manifiesta, poniendo por delante de cualquier reconocimiento, que “gestiona” con humildad, su generosidad al dar a conocer las obras no solo de poetas consagrados sino también las de los noveles que tienen algo que decir y comunicar a la sociedad.
Y en su dedicación estos últimos años tiene como cometido ser la directora de varias colecciones editoriales como lo es la Colección Romero de poesía en la que se incluyen poemarios con series cortas de poemas. Esta colección lleva por título Cuadernos Romero, que edita El Toro Celeste que dirige Pedro Jesús Plaza y de la que la poeta y vocal del Ateneo de Málaga, Rosa Romojaro ha dicho que: “Estos Cuadernos Romero entroncan directamente con la tradición malagueña de las ediciones que iniciara Ángel Caffarena en el último cuarto del siglo XX.”
Sin duda, la valentía y dedicación de Isabel bien han merecido este elogio de tan insigne poeta.
En estos días prepara Isabel una nueva colección que llamará «TANIA Poesía», en homenaje a su hija recientemente desaparecida.
Pero hoy quisiera detenerme en una colección que Isabel ha puesto en imprenta con la colaboración de la Editorial Anáfora y su representante Miguel Ángel Magnani Rivas. La colección Dabisse – Romero.
Surgió la colección con la idea de dar visibilidad y apoyar a poetas con sensibilidades comunicativas publicándoles en formato libro sus poemas.
Pero la colección tiene un significado especialmente sentimental para Isabel pues eligió el nombre de Dabisse porque en esta aldea que pertenece a Les Mées al sur de Francia, vivió su adolescencia que guarda en su corazón como el tiempo más feliz de su vida.
Como las otras colecciones citadas y las que pudieran ser en un futuro, todas, tienen como denominador común en esta actividad de gestora cultural, editar con calidad a muchos y buenos autores que ella conoce.
Hasta el momento han sido publicados en esta colección los siguientes libros:
.- Las Tierras de Silo, de Paloma Fernández Gomá, que fue presentado en Algeciras.
.- De Repente Llegó la Oscuridad Blanca, de Francisco Muñoz Soler, que fue presentado en el Ateneo de Málaga.
.- Hands up (manos arriba), de Antonio Bernal Blanco, que se presentó en el Centro Cultural María Victoria Atencia.
.- En Mi Cabeza, Entre Mis Caderas, Dentro, de Presina Pereiro, también presentado en el Ateneo de Málaga.
En preparación hay otros tres libros más de la colección que se publicarán en los próximos meses.
Quiero terminar El Bosque de las Palabras de hoy con este poema de Isabel Romero incluido en su poemario: ÁSPERA NIEBLA.
La lluvia
“Dramáticas sombras, revestidas con el prestigio de la prostitución”
Jaime Gil de Biedma
Llegó un viernes después de la lluvia,
salpicado de barro hasta la sangre
y sucio de experiencias.
Desgarrada la camisa, la espalda, apenas era cintura,
con los puños rotos y los pies cansados
subió las escaleras lentamente.
Así, con paso fúnebre,
llegó un viernes después de la lluvia,
con la barba de siglos
y con flores ya húmedas para el propio funeral.
Más allá, en la cama de alguna habitación,
revestida de vacío, ELLA pasará su lengua
y acariciará el cansancio oxidado
de algún extraño cuerpo.