El bosque de las palabras

Debo reconocer y así lo manifiesto cada vez que tengo la ocasión, de que la cultura en Marbella ha llegado a cotas casi inimaginables desde el final de la Transición.
No es objeto de este artículo relacionar cada una de las actividades culturales que han engrandecido y engrandecen esta ciudad, pero salvo periodos políticos incongruentes y gestores culturales no apropiados, esta ciudad ha ido avanzando en logros y actividades relacionas con la cultura que dignifican a Marbella y la sitúan en un panorama no solo exclusivamente turístico.
No citaré tampoco, para no omitir a nadie, nombres de personas que han hecho posible este cambio. En realidad creo que el logro ha sido posible a organizadores y asistentes pues toda la comunidad marbellí ha entendido que los avances culturales son avances en la humanización de la comunidad y la comprensión de nuestro espíritu.
Rara es la semana que por todo nuestro término municipal no se organiza algún acto que tenga que ver con la cultura y por consiguiente la posibilidad que tiene el ciudadano de elegir aquel que más le convenga.
Aquí si voy a detenerme en ponerle a ustedes dos ejemplos que me competen pues fueron elegidos por mí por mi puro interés personal o profesional pues en ambos ejemplos fui buscando datos que me pudieran ilustrar sobre algunos trabajos literarios que traigo entre manos.
En el mes de abril asistí a una conferencia que dio en el Cortijo Miraflores, Virgilio Martínez Enamorado profesor de la UMA a la que llamó: “Bereberes al Occidente de Málaga (Tierra de Marbella y Serranía de Ronda): Una contundente presencia.”
La conferencia fue organizada por CILNIANA que como saben trata nuestro patrimonio cultural con exquisito esmero y vehemencia.
En ella me enteré de que los bereberes son los olvidados de la historia de Al Ándalus.
Que lo andalusí del siglo X soterra lo bereber porque lo importante era lo árabe, lo proveniente de oriente.
Martínez Enamorado citó a grandes constructores de la historia como: Bosch Vila, Pierre Guichard, que hablan de linajes, de tribus bereberes. Supe que Miquel Barceló afirma que lo bereber es consustancial a Al Ándalus.
Y supe algo en lo que antes nunca reparé, que lo que se produce en el 711, cuando entran en la península los moros, es una alteración demográfica. Hay movimientos migratorios hasta Pamplona, Nîmes, y que se sabe ocuparon los bereberes, dato confirmado por los estudios genéticos de los huesos encontrados en excavaciones.
Los bereberes estuvieron en la Cora de Takurunna, cuya capital era Teba.
Se confirman emigraciones de tribus árabes desde Yemen. Y en la expansión crean nuevos paisajes, nueva organización del territorio: Algatocín, Benalauría, por ejemplo.
En la Reconquista desapareció lo bereber y solo se quedó (genéticamente) en algunos puntos aislados pero con más presencia en Galicia a donde huyeron muchos moriscos.
Martínez Enamorado afirmó que el ADN va a aclarar las etnias ibéricas.
Y otro dato de gran interés: El estrecho de Gibraltar no significa ruptura sino acercamiento pues desde ahí y por toda la costa norte de África hubo y hay transito de tribus.
Otra de las conferencias a las que he asistido últimamente fue a la que impartió Paco Moyano, amigo y cronista oficial de Marbella en el Casino Recreativo de la ciudad y que tituló: El LEGADO DE LOS REYES CATÓLICOS EN MARBELLA.
La conferencia fue promovida por LA ASOCIACIÓN CISNEROS, que se preocupa por el patrimonio histórico de España organizando ciclos de conferencias y premios.
Allí nos enteramos entre otras cosas de que en 1485 cuando se conquistan Coín, Cártama y Ronda, el rey Fernando no llega a Marbella hasta el día 15 de junio por seguridad pues dio la vuelta por Algeciras.
Además como nota curiosa los palmitos de la zona salvaron al ejército cristiano. La reina Isabel, que se había quedado en Córdoba por estar embarazada, era la que se ocupaba de la intendencia y por diversas causas no pudo enviar a tiempo provisiones al ejército que tuvo, que recurrir al exquisito manjar de la naturaleza local.
Francisco Moyano nos remitió a estudiosos históricos de la comarca para ampliar conocimientos como lo son: Hernández del Pulgar, y nuestros paisanos doctores en historia, Catalina Urbaneja y Francisco Moreno.
Sea pues este nuestro reconocimiento a la buena salud que goza la cultura en nuestra zona, Marbella y San Pedro Alcántara.
