El bosque de las palabras

La Fundación Amapola, pintor Jesús Pineda Matamala y el poeta José María Lopera, junto a la Editorial Granada Club Selección, Proyecto de Cultura Granada Costa, han promovido el Primer Certamen de Poesía “Olivo Mítico” que ganó el poeta y escritor Juan Antonio Rivas Fernández, (Silvio), y que como finalistas obtuvieron reconocimiento Carmen Carrasco Ramos, Ana Martínez Parra y un servidor, Agustín Hervás Cobo.
Como premio a ser finalistas la Editorial Granada Club Selección ha editado el poemario que les presento hoy en el que se incluyen poemas de los tres finalistas ganadores.
José María Lopera, al que considero mi maestro en la poesía murió en febrero de 2022. Su extensa obra y gran parte de su vida, modestamente, la he biografiado quedando escrita en el libro Vencedor Llamo al Hombre que he Vivido, del que otro día les hablaré.
Del Primer Certamen de Poesía Olivo Mítico fui finalista con el siguiente poema:
COPLILLAS AL AJO BLANCO.
A mi amiga María Bosan.
Entre el ajo y las almendras
para cuatro comensales
la María nos prepara
excelentes esponsales.
Eche la almendra majada,
de ajos tres serán los dientes,
migas de pan ahogadas,
mas mira el agua que viertes
para no quedar aguadas;
¡En el secreto las mientes!,
para no saber saladas,
no sea que te arrepientes.
La Bosan ya lo remata
con mucho de acierto y gana,
el maridaje la pana
que del apetito bata.
Pero oiga lo importante,
que sin ello nada nace:
¡el vinagre y el aceite,
o lo pierde en un instante!
Mas si olvidó la manera
de acometer esta obra
la María se la canta
de ahora en cuarto de hora.
Póngalo el pan en remojo
si es que duro lo estuviera,
al ser en el agua fría
ya tendrá mejor porfía
para que la miga ablande
y esta sea maleable,
en la perola la plante
quedando todo notable.
Agua hirviendo la tendremos,
almendras escaldaremos,
mas sin ningún miramiento
a mondarlas nos pondremos.
El ajo blanco, María,
necesita de armonía,
entonces majemos raudo,
las almendras, sal y el ajo
en la tradición y esmero.
De madera es el mortero,
y para que ligue todo
el agua fresquita a modo.
De vinagre no se pase,
generoso en el aceite,
y remate el remoquete
con un do de rechupete.
Si por casualidad fuera
que usted dudas las tuviera
pregúntele a la María
para evitarse quimeras.
La editorial para completar el libro de los finalistas premiados nos pidió algunos poemas más entre los que incluí este verdial que compuse para ser cantado que titulé:
VERDIALES EN PERIANA.
Periana de mis amores,
pleno sol y lozanía,
me enamora tu armonía,
tus Verdiales los honores
de sus gentes simpatía.
En la plaza de La Fuente
a verte vine yo un día,
por tu madre la porfía
muchas ganas de quererte,
es por tu vida y la mía.
Incluí varios poemas, más, algunos romances y alguno relativo al tiempo de la pandemia.
Para finalizar nuestro Bosque de las Palabras de hoy les voy a leer un poema dedicado a Walt Whitman que construí en estructura polimétrica loperana, que inventó José María Lopera y que consta de dos estrofas con versos de 5-7 y 11 sílabas y un pareado de remate de 9 sílabas y que riman: abC – abC – dd.
Walt, Walt… ¡WALT!
¿Dónde está Whitman
ese del verso libre
que desata la estrofa en la tetrástrofa?
Los que poeman,
naturaleza amante
de la indómita poesía filósofa
que en democrática igualdad
versan su esencia con beldad.
Walt, Walt… ¡Walt!
Nombre de hombre
o si de mujer fuera
cantándote en las hojas sobre hierba,
herencia asombre
las vidas que tuviera
por todas las muertes que nos nacieran.
¡Whitman, ya no puedo dormir
pues invierto el sueño en vivir!
Walt, Walt…
Doscientos años
de tu mundo hay escritos,
y con tu pasión que a las ganas puede,
mas, con redaños
disparemos edictos
y sacar de la tierra lo que hiede
con la mejor arma y su bala
que es solamente, la palabra.
