El bosque de las palabras
David Salcedo es fotógrafo y ha dicho de sí mismo que: “se tenía que haber quedado con el bar de su familia, pero que eligió el camino de la luz.”
Un reto difícil que aceptó consecuentemente.
Y siguió diciendo de él mismo:
“Años más tarde estoy lleno de nuevas cicatrices físicas y espirituales…”
En realidad, a David Salcedo, su antes y su ahora, definió su forma de ver el mundo.
La ternura y el silencio forman parte de su creatividad fotográfica.
Ha ganado varios premios y becas.
Ha expuesto en España y fuera de nuestro país.
Está representado por galerías de Londres, Madrid o Barcelona.
Y termina diciéndonos:
“Y parece que todo fue un instante.”
OTROS DICEN DE ÉL:
Que David Salcedo es un poeta de verbos y postales.
Que se profesionalizó en Cataluña.
Sus trabajos se vertebran en dos ejes:
El primero es una delicada mirada documental… irónica y silenciosa. El segundo es su trabajo, por lo que le es cercano.
Y sentencia David:
«La fotografía convive en el mismo territorio del fracaso y cualquier elemento que no sea tenido en cuenta está a punto de destruirla o convertirla en algo sublime».
De su web copio esta declaración.
“Una suerte de magia sucede cuando se escribe, la levedad de las ideas se ve transmutada en la pesadez de lo físico. Nuestros pensamientos se transforman en certezas a ojos de otros, y no existe mayor miedo para quien habita en la duda. Cuando retrato pasa algo parecido, aunque mi mirada casi hace desaparecer los temores de la indecisión. Así la intuición aflora y lo que pienso se retrata con facilidad y parece estar bien, como siempre las apariencias engañan. La fotografía convive en el mismo territorio del fracaso y cualquier elemento, que no sea tenido en cuenta, está a punto de destruirla o convertirla en algo sublime. Por eso es necesario un profundo análisis técnico, estético, filosófico y espiritual de lo obtenido; todo ha de acompañar para que quien lo mire entre en el hechizo. La edición es tan importante como la toma, un autor se define decidiendo que tiene que ver con él y qué no, con las respuestas se presenta ante el mundo. Para los que vivimos en la duda es el tramo más difícil de recorrer, mostrar ante todos quienes somos cuando la mayoría de las veces no lo sabemos. Por suerte el camino te hace aprender cuatro cosas de ti, para darte cuenta en el siguiente cruce que las has olvidado, obligándome a hacer otra vez el viaje para recordarlas. En mi caso, siempre camino en círculos entre lo que me es cercano y el silencio.”
Les recomiendo visitar su web: