El grupo Alfil ha marcado un hito al convertirse en la primera empresa fundada y con sede en Marbella en cotizar en bolsa a través de BME Scaleup, con un simbólico toque de campana en el Palacio de la Bolsa de Madrid.
El presidente de Alfil Patrimonial, Francisco Gómez, ha calificado este día como «histórico» tanto a nivel empresarial como familiar. Con un precio de referencia de 7.350 euros por acción, la empresa ha alcanzado una valoración total de 73,5 millones de euros y ha iniciado su cotización bajo el código SCALF.
En este momento trascendental,
Gómez expresó su agradecimiento a su madre, María Isabel Palma, presidenta de honor de la compañía, quien a sus casi 99 años fue un bastión fundamental en la toma de esta decisión. Ella, con una clarividencia digna de admiración, comprendió desde el principio el significado de este paso para la familia y la empresa.
Alfil, que ha construido a lo largo de 72 años una comunidad unida por una visión común y el compromiso con la excelencia, ve esta salida a bolsa como la apertura de un nuevo capítulo de oportunidades y crecimiento. Gómez destaca que este paso refuerza el compromiso de la empresa con la integridad, la dedicación y el espíritu de equipo que han sido el núcleo desde sus inicios.
La decisión de salir a bolsa se basa en la consolidación de activos inmobiliarios, una parte esencial de la historia de Alfil. Hace un año y medio, la compañía, bajo la dirección de la tercera generación, decidió agrupar la mayoría de estos activos en una única empresa y acogerse al régimen de Socimi.
Gómez ha apuntado que «dentro de las opciones de mercados para cotizar, vimos que BME Scaleup es el que mejor se adecúa a nuestras necesidades por dos motivos. El primero, es que nuestra empresa es una empresa familiar que tiene un negocio muy consolidado con más de una veintena de activos en rentabilidad y con expectativas de crecimiento, con muy bajo endeudamiento bancario y con un scoring de crédito de nueve sobre diez. En segundo lugar, es que el paraguas de BME nos da la seguridad para acceder a mercados más grandes siempre y cuando se den las circunstancias oportunas que estamos convencidos que en un futuro se darán”.
En palabras de Gómez, la salida a bolsa no solo es un hito para la empresa, sino también para todas las personas que han contribuido a su éxito: trabajadores, clientes, proveedores y familias. Este logro colectivo es motivo de celebración y marca el comienzo de un emocionante capítulo en la historia de Alfil en los mercados financieros.

