La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, se enfrenta a críticas luego de que las nuevas instalaciones de la Triple A se inundaran apenas cinco días después de su inauguración, a pesar de afirmar previamente que cumplían con «los más altos estándares de calidad». En una respuesta evasiva, Muñoz se ha negado a asumir responsabilidad, indicando que se comunicará con la empresa constructora.
La regidora apenas ha ofrecido explicaciones sobre el incidente, que ha despachado rápidamente ante las preguntas de los medios. Argumentó que las lluvias fueron «muy importantes» y que se tomarán medidas con la empresa bajo garantía.
A pesar de las repreguntas, Muñoz no se ha comprometido a asumir responsabilidades directas, indicando que los técnicos serán los encargados de decidir las acciones a tomar de forma inmediata, junto con las reclamaciones del Ayuntamiento. Aseguró que la obra fue recepcionada recientemente y que se implementarán medidas para evitar futuros problemas.
Este asunto ha generado controversia, especialmente después de que se revelara un sobrecoste del 48,50% en las obras, rozando el límite legal. La actuación, inicialmente presupuestada en 1,2 millones de euros, terminó costando 1,8 millones tras añadir más de 600.000 euros al presupuesto original.
