Starlite ultima la preselección de personal para distintos puestos de trabajo en el festival de este verano, tras recibir hasta 6.000 solicitudes.
Finalmente han sido 1.500 personas las que han pasado el primer corte, que se hizo de forma telemática. Ahora, durante tres sesiones, hasta el jueves, acuden a entrevistas presenciales en las que aspiran a ocupar toda clase de posiciones.
Según explica el director general del evento, Javier Bernaldo De Quirós, cada candidato es entrevistado “según el puesto al que opta porque tenemos casi de todo: acomodadores, relaciones públicas, camareros, cocineros, etc. Hacen una entrevista propia de su puesto para terminar de evaluar en el caso de que haya algún puesto técnico que requiere una técnica específica y comprobar que la domina para ofrecer el mejor servicio posible”.
Aunque la idea inicial es contratar a 500 personas, en el festival no descartan que la cifra pueda rondar, finalmente, las 700, por las exigencias excepcionales que marcan las medidas de prevención del COVID-19.
“Buscamos gente que quiera trabajar con entusiasmo y dinamismo. Los clientes nos demandan excelencia y son importantes los valores personales de cada uno. Luego buscamos las aptitudes propias de cada puesto. Este año hemos notado mayor cualificación”, ha explicado el director.
Entre las personas que aspiran a obtener uno de los puestos disponibles está Marina Anaya, que estudia Trabajo Social en la Universidad de Málaga y quiere “un trabajo para iniciarme n el mercado laboral”, dice. Se ve más ben como acomodadora, aunque o descarta otras opciones.
Por su parte, Manuel Balaguer, sí tiene experiencia en distintos empleos. Probó suerte otros años “pero no me cogieron”, cuenta. Esta vez, dice que va con “bastante ánimo”, para trabajar “donde me necesiten”. Cuenta que ha hecho toda clase de cursillos y ha desempeñado numerosos trabajos temporales: “cocinero, ayudante, seguridad… y hago diseño gráfico”. Su última ocupación fue como masajista, para lo que está especialmente cualificado “pero eso no creo que haga falta aquí”, comenta con una sonrisa.
Otro aspirante, que hacía cola en los alrededores del Palacio de Congresos la mañana de este martes, en la primera jornada de selección era David Benítez, que se define como “una persona activa”, a la que le gusta “trabajar de cara al público y la música”. No busca ningún puesto en particular, “lo que surja, pero camarero es a lo que más aspiro porque tengo más experiencia. Soy coreógrafo de danza urbana y por la pandemia tuvimos que cerrar la academia”. Es la segunda vez que se presenta y espera tener más suerte.