Decenas de espetos simulados, de dos metros de altura, llenaron la playa de El Cable, en una iniciativa denominada “Bosque de Espetos”, impulsada por colectivos locales y que buscaba protestar contra la pretensión de instalar un restaurante de playa en este enclave, donde habitualmente estaban las traíñas de metal a disposición de la ciudadanía para la realización de moragas.
Actualmente el asunto está en manos de la Junta de Andalucía, que debe autorizar o no la instalación, aunque de momento tanto grupos de activistas locales como incluso el Ayuntamiento, han presentado alegaciones contra la expediente.
Entretanto, el colectivo de artistas La Kavra, impulsor de la idea, con el apoyo de otros grupos como Ecologistas en Acción, Marbella Feminista, Asociación Cilniana por el patrimonio artístico y cultural, Pensionistas, Marbella Activa, etc., dieron forma a esta composición.
Pedro Molina, de La Kavra, explicó en las primeras horas que había “100 cañas disponibles y mucha gente ha traído espetos artísticos, así que se está llenando. La respuesta ha sido magnífica”, señaló. Paralelamente, el colombófilo, Félix Martín, hizo una suelta de palomas.
Carmen Varo, de Marbella Feminista, indicó que “no podemos perder espacios públicos y qué manera más bonita de reivindicar que el arte popular que aporta cada uno”.
Considera que “a la gente se le olvida que somos los clientes porque pagamos y mantenemos a gente que toma decisiones contra nuestro bienestar”, en referencia a los dirigentes públicos.
Por su parte, y en el plano político, en este caso de oposición, el portavoz municipal del PSOE, José Bernal, manifestó que “estamos en contra de que monten un chiringuito y habría que haber abierto esta playa, si se habían abierto bares y restaurantes, se tenia que haber abierto también la playa de El Cable para disfrute de todos los vecinos, con un conserje o un vigilante para que la gente cumpliera las normas”.
Bernal piensa que “mientras estuvieran las barcas no habría sido posible construir el chiringuito, ahora queda la duda”. En este caso hay que recordar que el Ayuntamiento, en una decisión que, en principio no tendría relación con los planes privados para construir un restaurante, retiró las traíñas por protocolo contra el COVID-19 y todavía no las ha repuesto.
