Marbella Activa cumplirá en 2022 diez años de vida. A pesar de la década transcurrida, el colectivo mantiene el mismo espíritu que el primer día, promover y difundir la cultura de Marbella y ser una vía de participación de los vecinos en los asuntos públicos. «En temas que nos preocupan a todos hay una baja autoestima social. Por eso Marbella Activa es más necesaria que nunca», señala Javier Lima, uno de los promotores de la iniciativa y que pone el ejemplo de la movilización que hace una semana protagonizó la comunidad educativa para reivindicar mejoras e inversiones a las que el Ayuntamiento se comprometió en 2018.
Marbella Activa ha impulsado una iniciativa para que el espeto de sardinas sea reconocido por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y organiza actividades para la difusión de la cultura local, como un concurso de relatos, este año centrados en el humor, programas audiovisuales y de protección del medio ambiente, ciclos de lectura y debate y paseos por los entornos naturales. También lidera un proyecto ecologista para conocer y salvaguardar los cuatro ríos del municipio que son espacios de especial protección por la Unión Europea.
«Todas aquellas ciudades que son un ejemplo de sociedad moderna y con una gran calidad de vida tienen un sustrato común: una ciudadanía activa y un tejido asociativo sólido que promueven y defienden este tipo de urbe. Nuestro objetivo es el ejercicio pleno y activo de la ciudadanía de manera que se propicien cambios y nuevos valores con los que configurar de forma participativa la Marbella del futuro», explica Lima.
Se trata de un movimiento cívico de referencia, apartidista y plural, un foro para la promoción de espacios para el debate y de conocimiento sobre temas clave de la ciudad, del derecho a la ciudad o de la configuración sobre el modelo de municipio a largo plazo donde nos gustaría vivir y dejar en herencia a las generaciones futuras que ganó en el premio de la cultura en 2017 como colectivo cultural.
