Möeller Legalit es un despacho de abogados de Marbella en el que casi la totalidad de los empleados son mujeres. De los nueve trabajadores de la firma, siete son mujeres, lo que representa cerca del 80 por ciento del total.
El amplio predominio de trabajadoras surgió “de manera natural”, señala el fundador del bufete de abogados, Erik Möeller. “Sin ninguna duda, la eficiencia de las mujeres es mucho mejor. También el ambiente de trabajo, el equipo y la forma de trabajar. La mujer tiene un potencial que no está valorado en las empresas en general. Tras 30 años de trayectoria, hemos notado que, cuando hay mayoría de mujeres, el funcionamiento es mejor”, explica.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada, Möller, que vive en Marbella desde 1992 y que fundó el despachó dos años después, señala que, tras años de experiencia en el campo de la abogacía, “los hombres somos más despistados, nos cuesta más concentrarnos”. “La mujer tiene más capacidad de estar en lo que tiene que estar. A iguales currículos entre hombres y mujeres, la mujer gana. Lo tengo clarísimo”, señala. Möeller emplaza a las mujeres, en un día como el 8-M, a que “sigan luchando porque tienen serias dificultades para que se les reconozca su valía”.
Una de las trabajadoras del despacho de abogados es Lourdes Möeller, graduada en Criminología por la Universidad de Málaga, que define como “una maravilla” desarrollar su labor profesional entre mujeres. “La unión entre las mujeres hace la fuerza. Tenemos una creatividad increíble, nos apoyamos entre nosotras y sabemos lo que es trabajar en un mundo en el que tradicionalmente han predominado más los hombres que las mujeres”, agrega.
Reconoce la “sorpresa” que genera en sus colegas de profesión el hecho de que trabaje en un despacho de estas características, “precisamente por ese predominio de los hombres”. “Los grandes abogados de este país son hombres, pero eso está cambiando desde hace años. Se sorprenden, pero espero que sigan nuestro ejemplo”, señala Lourdes, que destaca el ejemplo que ha recibido de su madre, Eva Gálvez. “Es una mujer muy luchadora y me ha dado el ejemplo de que las mujeres tienen que tener su lugar. La igualdad y la conciliación es lo que realmente tiene que haber en la sociedad”, agrega.
Junto a ella, Britta López, recepcionista y responsable de la comunicación con los clientes, destaca que el desarrollo del trabajo “es el mismo que si lo llevaran hombres o compañeros masculinos”. Tras cerca de siete años trabajando en el despacho de abogados ubicado en la casa en la que nació el médico militar marbellí Rogelio Vigil de Quiñones, López reivindica conmemoraciones como la del 8 de marzo. “Son importantes para las mujeres que viven en partes del mundo donde no tienen libertad para opinar o abortar. En nuestra sociedad estamos en camino de la igualdad, a la que llegaremos en unos años”, apunta.
