Impulsa Ciudad ha denunciado los proyectos para construir más de 230 viviendas en Trapiche del Prado de Marbella, lo que supondrá, ha señalado el colectivo, el colapso urbanístico de una de las zonas con menos equipamientos públicos del municipio
El colectivo ha señalado que se trata de dos proyectos inmobiliarios, uno de los cuales recoge la construcción de 166 chalets en una parcela de 111.000 metros cuadrados de superficie, mientras que el otro contempla la edificación de 70 pisos en una parcela anexa que de 24.000 metros cuadrados.
Ambas promociones, ha señalado Impulsa Ciudad, supondrá la llegada de unas 700 personas a una zona en la que los estudiantes de Secundaria llevan años estudiando en barracones ante la falta de suelo público para construir un instituto.
Para poder construir esta urbanización se prevé la tala de 41 ejemplares de melosa, pinos, mimbre, palmeras, higuera y almecino así como la retirada y trasplante de un total de 673 unidades, a zonas verdes de la urbanización, de un total de 1.567.
“Otro impacto importante es que el proyecto genera una insuficiencia en la red de drenaje de pluviales para absorber la escorrentía natural de la zona, lo que supone un grave riesgo para las zonas residenciales de huerta del prado y su entorno”, ha indicado Impulsa Ciudad.
El colectivo y vecinos de la zona denuncian también el impacto sobre la movilidad en una zona ya colapsada debido a los accesos y salidas a la autovía A-7 y la Estación de Autobuses; y el impacto negativo visual sobre el Trapiche del Prado, una antigua fábrica de azúcar de mediados del siglo XVII.
Licinio Márquez es un vecino que reside en Trapiche Norte desde hace 25 años y que califica de «barbaridad» las actuaciones previstas y aboga por «otra forma de construir». La construcción supondrá la «desaparición de toda la fauna, la flora y los acuíferos», por lo que «el daño es muy grande como para tomarlo a la ligera», explica.
Para Loli Miranda, residente en Trapiche Norte, las obras harán «que nos quedemos sin zonas verdes, sin pulmones, sin sostenes de agua que provocarán riadas». «Hay mucha vegetación autóctona y animales que se van a destruir. En vez de cuidar el poquito verde que nos queda, lo vamos a perder», agrega.
“Marbella se enfrenta a un punto de no retorno, a un colapso urbanístico que la va a terminar alejando de lo que debería ser Marbella, una ciudad jardín, un destino que apueste seriamente por la sostenibilidad y por lo que apostamos en Impulsa Ciudad para garantizar su futuro”, ha indicado el colectivo.
