El Pleno ordinario de noviembre, celebrado este viernes, ha aprobado con los votos a favor del Equipo de Gobierno y la abstención del resto de los grupos la segunda modificación de las normas urbanísticas, que posibilita una compatibilización de los usos del suelo, ampliar la oferta de equipamientos y responder a la realidad actual de Marbella.
La concejala de Ordenación del Territorio, María Francisca Caracuel, ha subrayado la importancia de esta nueva acción “para crear una ciudad mejor para sus vecinos y acercar hasta ellos servicios de los que no disponen”.
La edil ha recordado que “realizamos una primera modificación en 2018 y quedaron excluidas determinadas normas que por su naturaleza, por afectar a los usos o a los equipamientos, necesitaban de una serie de requisitos”.
Ha apuntado que “la ley exigía adaptar el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) del 86, el vigente tras la anulación del Plan de 2010, a la LOUA y eso es algo que se hizo muy pocos meses después de la primera modificación”.
“Nos ha permitido continuar avanzando, ya que hay que tener en cuenta que el Plan del 86 era muy rígido en cuanto a los usos y las circunstancias actuales han cambiado y sucedía exactamente lo mismo en lo que respecta a equipamientos”, ha detallado.
Se trata, según la concejala, “de una ampliación necesaria en la que vamos a realizar una compatibilización de usos tanto en el suelo lucrativo completa, como en las parcelas de los equipamientos siempre que tengan cubierto el suyo en la zona en ese momento”.
Caracuel ha subrayado que “prima el interés público y hay zonas en nuestra ciudad donde los usos no son compatibles y hay carencias de determinados servicios que son fundamentales para ofrecer un día a día de calidad a nuestros ciudadanos”.
Ha citado como ejemplos, el caso de urbanizaciones sin una oferta comercial y que para acceder a ella hay que desplazarse en coche, “o que disponemos de parcelas, en el caso de los equipamientos, de una naturaleza que en ese sector no es necesario pero que sí lo es en otro caso y que podía destinarse a ese suelo”.
“Todo esto intentamos corregirlo con esta modificación, además de incorporar nuevos equipamientos demandados en la actualidad, como es el caso de los centros de alto rendimiento, o de hacer usos compatibles de forma independiente siempre que no se exceda del 15 por ciento del principal, como en el caso de un hotel con gimnasio o piscina, que pueden abrirse por separado cuando tengan un acceso exterior”, ha apuntado.
