“No puedo comer, tengo que comer afuera, no puedo echarme la siesta…”. Lo cuenta José Parra, vecino del edificio AMI, en la calle Jacinto Benavente. El motivo, el ruido incesante que sale de las ventanas de una empresa que acaba de abrirse en los bajos del edificio, de la cadena Gorillas, una franquicia que lleva compra a domicilio y utiliza una escandalosa maquinaria.
Según Parra, el ruido suele durar entre 16 y 18 horas diarias, “pero a veces se les olvida apagar y lo dejan toda la madrugada”. Aunque él, por proximidad, es el que más lo sufre, hay más quejas vecinales en la zona.
El vecino cuenta que ha llamado a la policía, “estuvieron aquí hace dos semanas, subieron a mi casa y todo, pero no han hecho nada”. En la grabación en la que está basada esta información, apenas se le oye, por las razones ya apuntadas.
Marbellahoy ha preguntado en la tienda y hay dos versiones: una que están esperando un “silenciador” y, otra, que el Ayuntamiento les tiene que decir lo que hacer. En cualquier caso, todo indica que han obtenido licencia del Consistorio para establecerse en este local, más allá de las molestias que pueda ocasionar su actividad.
