El bosque de las palabras

Supe de este proyecto por la paz por mis amigas en la poesía Maritxé y Mari Callealta que decidieron hace cinco ediciones embarcarse en esta aventura en la que se fusiona la fotografía, la pintura y la poesía con el objetivo de hacer de la paz una bandera multicolor irrenunciable y reivindicativa en nuestra cotidianeidad.
Con una estructura similar en todas las ciudades donde se ha programado esta actividad, la propuesta es que sobre una obra pictórica o fotográfica, el poeta crea un poema alusivo al tema tratado y luego se expone y se recita en el acto planificado.
He tenido la oportunidad de participar en las dos últimas ediciones de este proyecto, la de Álora en Málaga, como el cuarto, y el sábado 30 de octubre en el Quinto encuentro poético, fotográfico y pictórico por la paz en Andújar (Jaén).

El acto se verificó en la antigua iglesia de Santa Marina de la ciudad iliturgitana que resultó ser un lugar apropiadísimo para este tipo de eventos.
Maritxé Abad i Bueno y Mari Callealta Torres ofrecieron la idea a la Asociación Cultural Wadi Al-Kavir y el Área de Cultura del Excelentísimo Ayuntamiento de Andújar, y Juan José González, como cabeza visible puso el excelente punto de coordinación que dio al acto una magna dimensión.
Trabajar por la paz es una tarea encomiable desde cualquier punto de vista, y sin lugar a dudas la cultura es una de las plataformas más apropiadas.
No solo estas propuestas culturales, que mis amigas promueven, están llenas de una inmensa esperanza por algo tan difícil de obtener, sino que además significan un trampolín excepcional para la expresión artística, venga de la disciplina que venga. Además, estos encuentros sirven para aunar sensibilidades y procurar abrazos entre los participantes después de la pandemia.
Personalmente este acto de Andújar me ha procurado el debut como poeta en la provincia que me vio nacer y el reencuentro con amigos que hacía tiempo no veía, así como saludar y compartir con dos compañeros de nuestra época de estudiantes de Magisterio: Ernestina y Ramón, a quienes agradezco profundamente la acogida que me dispensaron en su personal casa de Mengíbar en Jaén.
Por otro lado me satisfizo conocer a todos los autores participantes en ambos actos a los que asistí que manifestaron un poder artístico que me sorprendió gratamente, en especial a Miguel Ángel Cañada que hizo la fotografía que me tocó poemar, y que además es poeta de alta calidad.

La fotografía que era de unos títeres de madera me provocó esta poesía:
MOVIENDO LOS HILOS DE LA VIDA
Foto de Miguel Ángel Cañada
Soñabas madera pura,
de la vida ser mercado
y en su amargura Pinocho,
o títere en su premura.
O ser alma de bramante
con los hilos vacilantes,
o montar en Rocinante
atacando a los gigantes.
En la bulla del mercado,
sobre pedestal andante,
aparece un caminante
tristemente denostado,
que con ojos fulgurantes,
va y esquiva al vigilante
para ver en aquel puesto
la vida del comediante.
Alma de titiritero
que pone historia de anhelo
con muñecos del madero
haciéndoles una vida
Visto queda ya este cuadro
pues los niños de madera
solo viven a la espera
del que por saber se sabe
a los hilos quién los mueva.
Todos los participantes Recitando