El bosque de las palabras
Aunque el poemario llevaba terminado más de un año, fue en el mes de julio cuando se ha publicado, y recientemente se ha presentado donde fue escrito, en el bar de La Polaca en Marbella.
Debo agradecer a Algorfa, la editorial, el esfuerzo que ha hecho por publicarme este poemario que es el segundo de la trilogía que he llamado AMOR Y SANGRE, que comenzó con la publicación de Gin Tonic en tus labios y que seis años más tarde ha tenido la continuidad en este recién presentado, Las Noches en la Polaca.
En preparación está el tercero, que pronto espero verá la luz.
La importancia que tiene el amor en la vida, cualquier forma de amar, y lo fundamental de la sangre en la vida de las personas, que es por lo que vivimos y padecemos, forman la temática central de la trilogía.
Quiero agradecer la gran respuesta que tuvo la presentación de la obra porque asistieron amigos, no solo de Marbella, sino de Córdoba, Málaga, Fuengirola, San Pedro y Estepona, sin cuya asistencia el poemario no hubiera tenido la repercusión prevista. A Francis, el dueño de La Polaca por posibilitar el acto, a Concha Montes, mi amiga y mi compañera en Onda Cero Radio, ¡tantos años!, por aceptar hacer la presentación, y a Carmen Díaz directora general de cultura del ayuntamiento de Marbella por su asistencia.
Las Noches en la Polaca es una ficción, aunque a veces en nuestra mente, la mente de los escritores, la ficción y la realidad se solapen de tal forma que sea difícil discernir, porque en el acto literario todo cabe y sobre todo, lo que cabe son los sentimientos, desde donde siempre, entiendo yo, hay que comunicar.
Escribí:
“… En todos estos lugares (de la Polaca) estuvo Pili, pero donde siempre estuvo fue en mi corazón.
La Polaca no solo es un santuario de vida y emociones para mí, es el lugar santo donde en comuniones de pan y vino las gentes de alma pura purgan sus sombras.
Más allá de las ficciones que aquí aparecen, aparece también Francis que es el oficiante real de todas las sintonías que se proclaman en este templo de la liturgia de la vida.
Por todo ello y por mil cosas más que allí suceden y son ejemplo de vida, gracias por ser y estar…”
Si quieren emocionarse, pues sé que mucho de lo escrito en este poemario también les sucede a ustedes, lean LAS NOCHES EN LA POLACA.
Les leo:
Sexta noche.
Hay una carrera de espacios infinitos en el silencio, y no puedo ganarla. Cuando la miro a los ojos, efímeros y azules, el vacío ya no tiene sentido en el corazón.
Cuando entro, Francis me dice que está arriba.
.- ¿Sola o acompañada?
.- La vi subir sola…
Lo miro. Me mira…
.- Y triste. Está triste.
Me sirve la Heineken, le doy un trago y subo.
En la terraza está ella, arrinconada por una brisa deforme por el intenso calor, y fuma.
Me siento frente a ella. La miro. Me mira y se sonríe. Pili tiene la sonrisa más elegante del mundo. De esas sonrisas difíciles que nunca enseñan las verdaderas emociones.
.- Me ha dejado. Se ha ido con otra.
La negra camisa, quizás no elegida por el momento, pero que viste el momento, le cae bien a Pili, marca con perfección sus pechos que aparecen blancos poniéndole un contraste esencialmente perfecto a su tristeza.
Exhala el humo con fuerza. Me mira fijamente y se le escapan dos lágrimas de cera.
Los espacios en el silencio de Pili, ya están llenos de letras que su mente intenta ordenar, pero no puede.
Le tomo la mano con mis manos, la beso, apuro la Heineken y la dejo, sola.
En el silencio hay verdades que gritan.
LAS NOCHES EN LA POLACA
De Agustín Hervás Cobo.
EDITORIAL ALGORFA 2023