El bosque de las palabras

Los pasados días 14,15 y 16 de noviembre se ha verificado en Málaga un congreso de poesía que ha repasado los últimos Cincuenta años de la poesía en Andalucía, desde 1970 a 2022, Una Nueva Mirada.
El Congreso fue organizado por la Asociación Colegial de Escritores de España, y su sección autónoma de Andalucía, el Centro Español de Derechos Reprográficos, y la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos Literarios, que contaron con la colaboración de la Diputación de Málaga, el área de cultura del Ayuntamiento de Málaga, la Fundación Unicaja, la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía y el Centro Andaluz de las Letras.
En el acto de apertura intervinieron Susana Martín, delegada de cultura del Ayuntamiento de Málaga, Manuel López, delegado de cultura de la Diputación malagueña, Emilia Garrido de la Fundación Unicaja, el representante de la Junta de Andalucía y director del CAL, Justo Navarro y el presidente de la Asociación Colegial de Escritores de España sección de Andalucía Manuel Gahete, quien en sus palabras de bienvenida recordó que la palabra es lo que nos diferencia de los otros seres de la naturaleza y afirmó que la palabra y la poesía pueden cambiar el mundo.
La conferencia inaugural corrió a cargo de Enrique Baena, catedrático de la Universidad de Málaga, que versó sobre la poesía de Andalucía en los años setenta.
Seguidamente, el poeta Antonio Carvajal nos iluminó con lecturas de sus poemas que precedieron a unas palabras iluminadoras sobre la poesía de la época y su propia poesía, donde defiende la métrica, afirmando además que en aquellos años la poesía cambió porque cambiaron los planes de estudios, el presentador del poeta, Manuel Gahete nos dijo de Carvajal una cita apropiada a aquellos años de transición política, “Si los obreros hubieran leído a Góngora los convenios colectivos hubieran sido extraordinarios.”
Fanny Rubio, catedrática de la Universidad Complutense de Madrid, nos habló del poema anunciador en la Granada de 1970, que la aparición de la revista Poesía 70 en realidad fue representativa de una primera transición donde se recogieron firmas de Aute, Carlos Cano, Sabina y Antonio Carvajal, entre otros muchos, por ejemplo, Juan de Loxa que ya introdujo la poesía Experimental y la Surrealista.
Aurora Gámez presentó a Ana Rosseti que leyó algunos de sus poemas y Juan José Lanz de la Universidad del País Vasco habló de la revista gaditana Marejada y de la cordobesa Antorcha de Paja.
La poeta Juana Castro nos emocionó con la lectura de algunos de sus versos: “Los hombres se mataban como lobos de azufre”, “Un niño sin sonrisa es un desierto”.
Marina Bianchi, profesora de la Universidad italiana de Bérgamo, nos dio algunas pinceladas de la poesía andaluza de los años 70 que dividió en dos lustros para su estudio, destacando el movimiento de la poesía de la experiencia y afirmando que los poetas andaluces llegan antes a la innovación de los elementos líricos que los del resto de España aunque no siempre fueron reconocidos.
El profesor de la Universidad de Málaga, Francisco Morales Lomas, nos introdujo en la poesía de los 80, terminando la primera jornada del congreso con un homenaje a María Victoria Atencia, que fue presentada por Manuel Rico, presidente de la Asociación Colegial de Escritores de España, quien nos compartió su decálogo sobre la poesía de Atencia.
En la segunda jornada, Noni Benegas, crítica literaria de La Vanguardia, nos dijo de la pléyade de mujeres que tiraron de la manta en los años ochenta, entre ellas quien la presentó, María Rosal. Noni habló de tres bloques definidos de poetas escritoras que irrumpen en la escena literaria coincidiendo con etapas políticas liberales de España: una eclosión en la Segunda República, que conectó con las escritoras románticas del XIX de la época liberal, y que a su vez sirvieron de base para las escritoras de la Transición Democrática.
La poeta sevillana María Sanz leyó algunas de sus poesías y más tarde el catedrático de la Universidad de Alicante, Ángel Luis Prieto de Paula, nos puso sobre la pista de si debería ser poesía andaluza o poesía de Andalucía, un conflicto irresoluto.
Antonio Jiménez Millán leyó sus poemas, de entre otros los de su poemario Clandestinidad.
María Rosal, profesora de la Universidad de Córdoba y poeta, analizó el boom de la poesía escrita por mujeres, resaltando la confusión entre dos conceptos clasificatorios utilizados por los antólogos para incluir a mujeres en las antologías poéticas que patrocinaron: Razones poéticas, y o, razones sexuales, destacando que en sus estudios había constatado que incluso en la década de los ochenta (más progresista) la inclusión de mujeres en las antologías era mínima.
José Sarria nos introdujo en la poesía de Ángeles Mora, que no pudo asistir por enfermedad, y José María Barrera, profesor de la Universidad de Sevilla, nos habló de la poesía andaluza de los años noventa, no entrando en la diatriba comentada por el profesor Prieto de Paula de si es poesía andaluza o de Andalucía, y él lo justificó por las críticas recibidas cuando intentó abordar este tema. Lo que Barrera clarificó fue que si la poesía en la Andalucía de los ochenta fue la de la celebración de la palabra, la de los noventa fue la de la épica de lo cotidiano, en la que confluyeron varios modos urbanos de poesía, en la que convergieron varios ismos y en la que se contrapuso la poesía de la experiencia y la de la diferencia. Citó a García de la Concha, su compañero en ABC, cuando afirmó que “no hay nueva poesía si no hay nueva moral”, y esto ocurrió en los noventa. Citó de pasada como ejemplo la movida madrileña.
Tras esta ponencia, Antonio Enrique nos leyó sus poemas.
María Ángeles Hermosilla, catedrática de la Universidad de Córdoba, nos habló de poesía visual. Ver y leer, interpretar. Leer y percibir. Citó las obras de Fernando Millán, Miguel Agudo y Antonio Monterroso, entre otros de los poetas visuales.
Finalizó la jornada con la lectura de los poemas de Rafael Ballesteros, a quien se homenajeó.
La tercera y última maratoniana jornada del congreso comenzó con la ponencia de la catedrática de la Universidad de Oviedo, Araceli Iravedra, que nos habló de: El Ocaso de la experiencia: sendas andaluzas de la “ruptura interior” y otros derroteros de la poesía de los noventa. Citó a poetas como Isabel Pérez Montalbán, al onubense Antonio Orihuela, a Juan Antonio Dernier, confirmó la importante aportación de la poesía andaluza a la década, destacando al cordobés Pablo García Casado y confirmó, la profesora Iravedra, que los poetas de la década de los noventa criticaron a los de la poesía de la experiencia que les daban mucha importancia al “yo”.
Tras la ponencia, Manuel Francisco Reina, premio Jaime Gil de Biedma por su poemario Servido en Frío, leyó algunos de sus poemas.
El poeta Francisco Ruiz Noguera, en la presentación del homenaje que el congreso le tributó a José Infante, afirmó que: “la vida de Infante está consagrada a la palabra”.
José Infante, homenajeado, nos leyó sus poemas.
Remedios Sánchez, catedrática de la Universidad de Granada, habló de La poesía andaluza del nuevo milenio: ¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora? Afirmó que en los años ochenta Andalucía fue referencia en poesía. Lo andaluz es una idiosincrasia, la idea de la música del verso es distinta a la de otras regiones. Nos habló de Begoña Callejón, de Pablo García Casado, de José Cabrera Martos, de que había, hay, una generación del 2010 que rompe con todo, eso que llamamos la palabra heredada del tiempo.
Isabel Pérez Montalbán, ausente, no pudo leer sus poemas por tener Covid, los leyeron Inmaculada García Haro, Fuensanta Martín Quero y Aurora Gámez, por cierto, tres pilares importantes en la organización del congreso.
Manuel Gahete, presidente de la Asociación Colegial de Escritores, Andalucía, nos habló de la poesía de Córdoba; crisol de la creación andaluza en el nuevo milenio, citando entre otros a Javier Lostalé como un estudioso de la poesía cordobesa.
Pero si hubo un poeta que nos emocionó por la interpretación en la lectura de sus poemas, este fue el malagueño José Sarria, que de entrada antes de leérnoslos hizo una reivindicación y defensa del legado lírico andalusí, denunciando que, ninguno de los ponentes en este congreso se hubiera referido a él, cuando por él hemos llegado a este congreso. José Sarria nos clavó en la conciencia esto: “No tengo otro país que la palabra.”
Leyó Sarria, seguidamente, sus poemas.
El Director General de Cultura de la Comunidad Valenciana, Sergio Arlandis, que es profesor de universidad, nos habló en su ponencia, Contra las paradojas del canon: Poetas andaluzas contemporáneas para un itinerario lector en aulas de Bachillerato, y nos dijo que las cuotas de paridad (masculinas, femeninas) son estadísticas y no necesariamente obedecen a los méritos de ambos, por eso muchas mujeres poetas, buenas, muy buenas y meritorias, se quedaron fuera de las muchas antologías consultadas y trabajadas.
Tras la lectura de la poeta onubense Eva Vaz, lo hizo el granadino, dominico y poeta, Antonio Praena.
Finalizó el congreso con un homenaje a Rosa Romojaro y las palabras de clausura del presidente Manuel Gahete Jurado.
