Marbella ocupa el cuarto puesto en el ránking general de los 15 principales destinos de sol y playa escogidos por Exceltur, organización compuesta por entidades privadas por la excelencia turística, para efectuar el informe Solytur, pero está muy abajo en la clasificación en algunos factores que tienen que ver con la acción del Ayuntamiento, como la ordenación urbanística, en la que ocupa el último lugar. El dossier se basa en 52 criterios diferentes para evaluar las fortalezas y las debilidades de cada municipio.
En la tabla general, con todos los criterios sumados, Marbella está por detrás de Adeje, Calviá y Benidorm, los tres primeros clasificados, y por delante de Santa Eualia, San José, Salou, Pájara, Chiclana, Calella, Torremolinos Roquetas de Mar, Peñíscola y Gandía.
Se trata de un informe exhaustivo que analiza siete pilares fundamentales: Mantenimiento y puesta en valor de la costa como principal recurso y atractivo turístico, Diversificación de productos y apuesta por experiencias lúdicas diferenciales. Accesibilidad por medios de transporte, Orientación a la excelencia del modelo alojativo, Ordenación y condicionantes del espacio público, Gobernanza y gestión estratégica y Desempeño, resultados económicos y sociales. Cada uno de estos departamentos tiene distintos subapartados.
De todos ellos, donde Marbella suspende con creces y queda como farolillo rojo es el relativo a ordenación y condicionantes del espacio público. Según el informe, “Representa el valor añadido incorporado por los distintos elementos de ordenación y gestión del espacio turístico de carácter público en el que se desarrolla la experiencia de la que disfruta el turista (paisaje, espacios públicos, ocupación del territorio, grado de congestión de principales recursos, movilidad, compromiso con la calidad ambiental, seguridad). Ello representa cada vez más un elemento diferenciador de la oferta turística de los destinos por su relación con las nuevas sensibilidades y exigencias del turista, y por el compromiso real que comporta con la sostenibilidad del destino y el bienestar de sus ciudadanos residentes”. Los subapartados son: protección del territorio, grado de ocupación del mismo y suelo calificado para construir.
Por el contrario, la ciudad arrasa en lo que se refiere a equipamientos e iniciativa privada. Es primera en golf y gastronomía, segunda en hoteles, ocio nocturno y turismo náutico, tercera en bienestar….
La valoración también es positiva en materia de accesibilidad y conectividad de transporte, aunque no tanto en lo que se refiere al aeropuerto, donde la ciudad es novena en el ránking.
Lo que igualmente ha sido muy bien puntuado es que la ciudad cuente con un Plan Estratégico y, en general, los conceptos relacionados con la planificación como la estrategia de movilidad turística, esto es, cuestiones sobre el papel, porque, por ejemplo, en esfuerzo presupuestario municipal en favor del turismo, el municipio ocupa el puesto 14, penúltimo.
Otra debilidad descrita estaría en la gestión medioambiental de las playas, donde la ciudad aparece la décima sobre 15 y la de residuos, donde se va a la undécima posición.
La presentación del informe ha contado con la presencia y participación en una mesa redonda de los alcaldes y las alcaldesas de los municipios analizados, incluida la regidora marbellí, Ángeles Muñoz. Todos los presentes, incluida la organización, han coincidido en señalar los problemas estructurales que sufre España en lo que se refiere a la financiación de los ayuntamientos, particularmente los turísticos, que tienen que atender las demandas de visitantes y población flotante, mientas sus ingresos están ligados a la población real, la que conforman las personas empadronadas. Han reclamado un estatus especial para este tipo de enclaves y un reconocimiento explícito de su singularidad.
